La Auditoria encargada por el gobierno Banyeres sobre la situación económica municipal no descubrió nada. Solo desveló que existen deudas por facturas pendientes de pago que se remontan al año 2004 hasta el 2006, precisamente cuando el concejal de Hacienda era Pablo Otal. El remanente de tesorería que dejó el anterior gobierno FUPS-PP de casi 3 millones de euros, se tuvo que emplear en pagar esa deuda contraída por la mala gestión de Otal y el Interventor Juan Manuel Hernández.
divendres, de març 07, 2008
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